Petroleras 2024 – ¿Precio petróleo a 30 dólares?
Noticias Petróleo, PetrolerasNoticias sobre las empresas petroleras en 2024.
14.02.2024 Reuters
Las grandes petroleras ajustan sus carteras pensando en los 30 dólares por barril
Las grandes petroleras se centran en nuevos yacimientos que puedan ser rentables incluso si los precios caen a unos 30 dólares por barril, aprovechando un tercer año de aumento de la demanda para ajustar sus carteras en un momento de incertidumbre sobre el futuro del sector.
Los inversores no han vuelto a los valores petroleros a pesar de las sólidas ganancias. Incluso el productor de petróleo más rentable del mundo, Saudi Aramco, se ha sumado a la carrera por recortar costos.
El cambio a yacimientos con puntos de equilibrio más favorables ocurre tras ciclos más profundos y frecuentes en la última década, y además refleja la creencia de los ejecutivos de que los altos precios pueden no durar.
Alex Beeker, director de investigación corporativa de la consultora energética Wood Mackenzie, dijo:
“Después de 3 grandes desplomes de los precios del petróleo en 15 años, se acepta en general que es probable que haya otro.”
La incertidumbre y la exigencia de rentabilidad por parte de los inversores explican que los directivos se centren en la compra de producción de crudo de bajo costo y en la flexibilidad para ajustar el bombeo en respuesta a las oscilaciones de precios.
Exxon Mobil y Chevron gastaron el 2023 más en pagar a sus accionistas que en nuevos proyectos, señal del deseo del sector de recuperar el favor de los inversores.
Según S&PGlobal, el sector energético representaba al 30 de enero solo el 4,4% de la ponderación total del índice S&P 500 de las principales empresas estadounidenses que cotizan en bolsa, frente a casi 3 veces más hace una década.
Exxon, Chevron y Occidental Petroleum cerraron recientemente adquisiciones de empresas por 125.000 millones de dólares para bombear petróleo a un precio de entre 25 y 30 dólares por barril.
En Europa, Shell y Equinor buscan proyectos con un umbral de rentabilidad de entre 25 y 30 dólares por barril, mientras que la francesa TotalEnergies aspira a que sus costos de producción sean inferiores a 25 dólares.
Estos bajos costos suponen aproximadamente la mitad del umbral de rentabilidad de los proyectos petrolíferos de hace una década y alrededor del 40% del actual precio de referencia del Brent.
Peter McNally, responsable mundial de análisis sectoriales de Third Bridge, empresa de investigación energética, dijo:
“En cada ciclo de caída de la actividad se obtienen ganancias de eficiencia.”
El imperativo de los costos ha llevado a las empresas a llevar a cabo reestructuraciones al por mayor de sus carteras y a concentrar las operaciones en menos áreas.
También han suprimido puestos de trabajo y externalizado operaciones a países con costos más bajos.
En África, Canadá y algunas regiones de Estados Unidos se ha abandonado una producción heredada de alto costo.
Shell y Exxon vendieron el 2023 su producción centenaria en California y, junto con Total Energies, están intentando abandonar o reducir su presencia en Nigeria.
Chevron ha abandonado Indonesia y BP ha vendido activos en Canadá, Alaska y el mar del Norte.
La nueva producción tiende a ser en yacimientos muy prolíficos en aguas profundas, donde las plataformas se convierten en máquinas de hacer dinero una vez amortizadas, o de esquisto, donde una colección de pozos pequeños y fáciles de explotar permite ajustar los volúmenes en función de los precios de la energía.
La directora financiera de Exxon, Kathryn Mikells, dijo:
“Es un buen negocio que permite mayores beneficios y repartos constantes a los accionistas durante las inevitables caídas del sector en la transición energética.”
Las petroleras necesitan proyectos de alta rentabilidad para poder pagar cuantiosos dividendos a sus accionistas, que el 2023 ascendieron a 111.000 millones de dólares.
Los pagos absorbieron más de la mitad del flujo de caja de las empresas.
Pierre Breber, director financiero de Chevron, explica por qué se ha centrado en equilibrar la rentabilidad para los accionistas con inversiones en petróleo de bajo costo, biocombustibles e hidrógeno:
“No hemos recortado los dividendos desde la Gran Depresión.”
07.02.2024 Reuters
Previsión petroleras en 2024
En los últimos años, el sector ha puesto de manifiesto una clara división transatlántica en las estrategias:
Chevron y Exxon se centran en aumentar la producción de petróleo,
mientras que BP, TotalEnergies y Shell invierten una mayor proporción de capital en energías renovables y con bajas emisiones de carbono.
INVERSORES EN PETROLERAS:
Los inversores, entre ellos los fondos de pensiones, se han aferrado tradicionalmente a las acciones de las grandes petroleras por sus dividendos constantes y a largo plazo.
Pero el auge del sector tecnológico, la fuerte caída de los resultados de las grandes petroleras en la última década debido a un gasto excesivo y a la volatilidad de los precios del petróleo, así como la creciente preocupación por el medio ambiente, han provocado un descenso del interés por el sector.
A finales de enero 2024, el sector energético representaba el 4,4% de la ponderación global del índice S&P 500, frente al 14% de la década pasada, según datos de S&P.
OPINIONES DE ANALISTAS:
Oswald Clint, analista de Berstein, afirmó:
“El del petróleo y el gas es el sector menos favorito de los inversores, por lo que gastar miles de millones en grandes megaproyectos para obtener flujos de caja dentro de 5 años, con unas tendencias de demanda inciertas, es muy difícil de digerir para muchos inversores. Dentro de las empresas, son muy conscientes de los pecados de los ciclos de inversión pasados y están bastante decididos a no repetirlos.”
Tobias Wagner, vicepresidente del departamento crédito de Moody’s Investors Service, dijo:
“Se espera que el sector realice mínimos aumentos de gasto en 2024. La mayor disciplina es el resultado de varios factores, entre ellos la exigencia de rentabilidad por parte de los inversores, así como las inciertas perspectivas de la demanda energética. Las empresas están siendo más selectivas y las inversiones se enfrentan a mayores obstáculos en términos de rentabilidad, emisiones y normativa. La calidad crediticia del sector ha mejorado, con más subidas que bajadas en los últimos años, lo que también refleja la disciplina a la hora de mantener la solidez y flexibilidad de los balances.”