Petroleras 2018
Petróleo Brasil, PetrolerasApuntes y noticias sobre las empresas petroleras en 2018.
16.05.2018
Petroleras 2018 – el tamaño de las reservas importa menos que nunca
Hace una década, la noticia de que las principales compañías de petróleo y gas del mundo tenían menos de 12 años de producción en sus reservas podría haber causado una liquidación de sus acciones por pánico.
No obstante, a medida que los consumidores tratan de alejarse de los combustibles fósiles, inversores y ejecutivos aseguran que el tamaño de la reserva ya no es el estándar predilecto para medir el valor y la salud de una compañía.
El directivo Adi Karev de EY dijo:
“La calidad de las reservas y su viabilidad comercial ha eclipsado en mucho a la cantidad en los últimos años.”
El sector petrolero está saliendo de una de las más largas y profundas desaceleraciones después de un desplome del precio del petróleo que comenzó en 2014.
Las compañías petroleras más grandes que cotizan en bolsa – Exxon Mobil, Royal Dutch Shell, Chevron, ConocoPhillips, la francesa Total, BP, Equinor (anteriormente Statoil) y la italiana Eni – se han adaptado.
Ahorraron dinero recortando empleos y aumentando el gasto en tecnología y ahora ganan más dinero con el petróleo a 60 dólares por barril que cuando estaba a 100 dólares.
Asimismo, redujeron el gasto en exploración para nuevos recursos y el desarrollo de nuevos campos.
Esto llevó a una disminución en las reservas.
Un análisis de Reuters y Guinness Asset Management de los reportes anuales de esas 8 empresas mostró que, sumadas, el tamaño de sus reservas de petróleo y gas cayó a 91.000 millones de barriles en 2017.
Este fue el nivel más bajo desde que se computó la misma cantidad en 2005.
Las reservas de Exxon Mobil, la compañía más grande, se redujeron en un 16% desde que comenzó el declive en 2014.
Las reservas de Shell cayeron un 6,5% desde entonces, a pesar de la adquisición del BG Group por 54.000 millones de dólares en 2016.
Las reservas de petróleo y gas de BP y Chevron aumentaron en un pequeño 5% desde 2014.
Eni fue el único que impulsó significativamente sus reservas en más del 20% gracias al descubrimiento del gigantesco campo de gas de Zohr frente a la costa de Egipto.
La vida acumulada de reserva – el número de años que una empresa puede mantener sus niveles actuales de producción con sus reservas existentes – de las ocho compañías cayó a 11,7 años en 2017.
Se trata del nivel más bajo en al menos 20 años, aunque esa caída también es el resultado de un fuerte alza del bombeo.
En el caso de Exxon, esta cifra se redujo de 17 años en 2014 a 15 en 2017; en el de Eni, pasó de 10,6 a 10,1 años pese a sus descubrimientos; mientras que Shell descendió de 12 a 9 años durante el período.
Según el gerente del fondo de energía en Guinness Asset Management.
“Hay un claro deterioro en las reservas y esto será un problema en el tiempo.”
Pero por ahora, “la vida de reserva de 10 – 12 años debería estar bien, así que no es un componente materialmente importante en el Gran Petróleo.”
Las firmas se están ajustando al establecer techos para el costo de los proyectos, a menudo por debajo de los 35 dólares por barril. El crudo llegó a 80 dólares en mayo 2018, su cota más elevada desde fines de 2014.
El petróleo y el gas natural tienen diferentes grados y el costo de bombearlos puede variar mucho.
El crudo de Arabia Saudita es más fácil y, por tanto, más barato de extraer que los complejos pozos de aguas profundas de Angola.
Las arenas bituminosas de Canadá se han vuelto menos atractivas por su alto costo de extracción y su alta intensidad de carbono. Exxon amortizó una gran parte de sus reservas de petróleo canadiense en 2017.
Su mayor rival, Shell, ha vendido la mayoría de sus activos canadienses en años recientes.
El esquisto de América del Norte, que emergió en la última década, puede desarrollarse de forma relativamente rápida y a bajo costo, en contraste con los proyectos multimillonarios en aguas profundas que tardan años en concretarse.
La Cuenca Pérmica de Texas, el corazón del auge del esquisto en los últimos años, experimentó una fuerte caída en sus costos de producción, hasta un nivel de 30 dólares por barril.
Exxon y su rival estadounidense Chevron compraron grandes superficies en esta cuenca en los últimos años, mientras que Shell se está expandiendo también en este sector.
El Golfo de México también tiene bajos costos de extracción, porque tiene grandes reservas de petróleo y parte de la infraestructura ya está localizada allí, tales como compañías de servicios y bases en tierra firme.
En los últimos meses, Statoil y Total han comprado superficie de exploración en el Golfo de México estadounidense.
Las reservas presal de Brasil también tienen costos bajos, ya que hay enormes depósitos y alguna infraestructura existente. Las 8 compañías están allí y varias han aumentado drásticamente su producción en la cuenca recientemente.
05.04.2018
WoodMac: “Petroleras se enfocarán en proyectos más pequeños y retornos rápidos en 2018”
Según la consultoría Wood Mackenzie, unos 30 proyectos de exploración y producción de petróleo y gas serán aprobados este 2018 en todo el mundo, una cifra similar a 2017, mientras los operadores permanecen enfocados en iniciativas que requieren de menos capital y con retornos más rápidos.
6 de 30 proyectos que WoodMac prevé para 2018 ya han sido autorizados.
Además de proyectos en Reino Unido, Noruega, Israel y Holanda, entre los 6 figura Lingshui, el primero de gas en aguas profundas de propiedad total y operado por China, y el proyecto de gas de Pegaga en Malasia, de 1.000 millones de dólares.
La inversión en petróleo y gas se hundió más de un -40% entre 2014 y 2016, según la Agencia Internacional de Energía, debido a que los precios del petróleo cayeron desde más de 100 dólares por barril.
Eso llevó a muchos en la industria a afirmar que los nuevos suministros serán escasos en la década de 2020, provocando alzas de precios.
WoodMac: Los operadores han encontrado formas de crecer ante las duras condiciones de negocios. La gran pregunta es si la industria está gastando lo suficiente.”
En 2017 se aprobó el doble de proyectos que en 2016 debido a una reducción de costos, a un incremento de los precios del petróleo y a una mejoría de las finanzas corporativas.
Sin embargo, el gasto promedio de capital en 2017 cayó a 2.700 millones de dólares, el nivel más bajo en una década, debido a que los operadores se enfocaron en proyectos más pequeños y expansiones de yacimientos productivos.
Los proyectos de gas y de gas natural licuado probablemente se llevarán una proporción mayor de la inversión total, con grandes proyectos de expansión en Noruega, Irán y Omán.
05.01.2018
Inversores ven oportunidades en acciones petroleras (pero con cautela)
Los inversores tienen cada vez más confianza, al menos hasta cierto punto, en que 2018 será el año de las acciones de las petroleras.
Si bien las acciones de las grandes compañías del sector energético vienen subiendo desde mediados de 2017 no han logrado sostener el ritmo de la recuperación de los precios del petróleo, lo que ha abierto una brecha de desempeño inusualmente grande.
No obstante, un panorama más optimista para los precios del petróleo respecto al derrumbe de 2014/15 -sumado a que las empresas del sector energético han vuelto a registrar utilidades y generar efectivo luego de 3 años de recortes brutales- podría marcar un punto de inflexión.
UBS, RBC y JP Morgan han publicado panoramas muy positivos para el sector en las últimas semanas.
Analistas de Barclays pronosticaron que las utilidades de las acciones petroleras europeas integradas podrían crecer un 20% respecto al tercer trimestre.
Los optimistas apuntan a hechos como que Shell elevó en noviembre su proyección de flujo de caja al 2020 de 25.000 millones a 30.000 millones de dólares, proyectando precios de 60 dólares por barril.
El mayor flujo de caja libre en décadas es un buen augurio para 2018.
Si las acciones del sector petrolero pueden o no extender su repunte y cerrar la brecha de desempeño en 2018 depende de la suposición de que las petroleras pueden ser prósperas incluso si los precios vuelven a caer.
“A partir de ahora es una cuestión de si los inversores piensan o no que algo ha cambiado verdaderamente en el sector, de que puede haber ganancias incluso si la macroeconomía no ayuda”, dijo Peter Hackworth, analista de acciones de petroleras de Goldman Sachs.